Aimee Mann es el reflejo de un
artista que no ha desarrollado su carrera al margen de la industria y que ha
optado por convertirse en una cronista de la comedia humana, en ocasiones con
un lenguaje estructurado y en otras con la limpieza de una fluidez coloquial.
Charmer, como octavo álbum de
estudio, salió bajo el sello SuperEgo Records
el 18 de septiembre de 2012. El disco se constituyó de inmediato como una pieza
que encaja perfectamente en este pop maduro y elegante que hace tan seductora
la música de Mann. El trabajo fue producido por su bajista, Paul Bryan, que aún
mantiene un sonido ambientado con teclados retro en lugar de complicados
arreglos.
Charmer no es un disco lleno de
buenas canciones solamente, pareciese ser que cada nota y letra proviene de una
sesión de psicoanálisis en búsqueda concurrente de una lejana catarsis. Este trabajo
da cierta continuidad del sonido manejado en “Smiler”, de 2008, pero más que
ello es una acertada composición envuelta por una poetisa de admirable genio
creativo.
Esta colección de canciones
exquisitas contiene en su interior crudas letras que arremeten contra la
posmoderna forma que tienen las relaciones humanas. Ironía, desventuras, voces
de experiencia, degradados mates, tonos opacos, identidad desteñida y empolvada.
Es Charmer.
01. Charmer
02. Disappeared
03. Labrador
04.
Crazytown
05. Soon
Enough
06.
Living a Lie
07. Slip
and Roll
08.
Gumby
09.
Gamma Ray
10.
Barfly
11. Red
Flag Diver
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